La densidad de población en l’Hospitalet
Hace pocos días se ha actualizado el estudio de Eurostat, la agencia estadística oficial de la Unión Europea, sobre las densidades de población.
El 1º, el 2º y el 7º km² más densos de Europa son de l’Hospitalet: la Florida-Pubilla Casas (56.158 h/km²), Collblanc-la Torrassa y Santa Eulàlia-Sants. 13 cuadrados de los 15 más densos son del área metropolitana de Barcelona.
Fuente: https://twitter.com/montsanto/status/1645760740744126466, del artículo de Àlex Rebollo y Francisco José Moya en El Periódico, https://www.elperiodico.com/es/hospitalet/20230408/mapa-area-barcelona-sufre-densidad-catalunya-metropolitana-santa-coloma-85667665 |
En marzo de 2016 publiqué un primer artículo que contribuyó a introducir la densidad de población de l’Hospitalet en el debate público.
Entonces ya denunciaba que la ciudad era de las más densas de España y Europa y que algunos de sus distritos, los del norte, eran los más densos del continente.
En marzo de 2019, en pre-campaña de les municipales, como ahora, escribí un segundo artículo para responder al concejal socialista Belver, que publicó una columna en la que decía que lo de la densidad no era para tanto.
Recientemente, se ha actualizado el estudio y el mapa del profesor Alasdair Rae. El cuadrado más denso volvía a ser el de Collblanc-la Torrassa (52.767 h/km²) y el 12º el de la Florida-les Planes (47.139 h/km²). Entre los 20 cuadrados más densos hay 16 del área metropolitana de Barcelona.
Fuente: https://drive.google.com/drive/folders/1_c1tQQfCb1yIIbezGCQw4ktmSdT1P3pl |
En resumen, los datos son incontestables: la densidad de población de l’Hospitalet es altísima, especialmente en el continuo urbano Can Vidalet-Pubilla Casas-la Florida-les Planes-Collblanc-la Torrassa-Santa Eulàlia-la Bordeta.
Qué hay que hacer?
En primer lugar, afirmar con rotundidad que esta situación és muy negativa: contribuye a agravar problemas de convivencia y civismo, de contaminación y salud pública y los derivados de la emergencia climática, etc.
En l’Hospitalet hay una feroz competencia por el poco espacio público que tiene la mucha población que hay: niños jugando con pelotas, jóvenes con la música muy alta, familias y amigos en terrazas, mayores que quieren pasear y sentarse tranquilamente… Es inevitable que se molesten.
Además, una buena parte de los menores de 30 años son de origen extranjero y la mayoría de los mayores de 60 años son de origen español. Lo que es un conflicto generacional por el uso del espacio es aprovechado por los fascistas para difundir el racismo.
En segundo lugar, y por encima de todo, hay que parar la construcción de más bloques que provoquen el aumento de la densidad de población de la ciudad. Llevamos décadas repitiendo lo mismo: ¡No más bloques!
Fotografías tomadas en Bellvitge, en la década de 1970 y 2010. |
Para solucionar el problema de la vivienda y ganar espacio público hemos de hacer lo que recomiendan desde la ONU hasta la Generalitat (y el sentido común): la rehabilitación de edificios ya construidos.
Pero, ¿qué podemos esperar de un Partido Socialista que para aprobar presupuestos ponía como condición una locura del calibre del Hard Rock de Salou?
En tercer lugar, adquisición de espacio privado para convertirlo en espacio público, en parques para los diferentes colectivos, jardines, pistas deportivas, etc.
Finalmente, no ceder espacio público a empresas privadas para que hagan sus negocios. Si una empresa quiere ganar dinero que haga la inversión correspondiente, no les cedamos uno de los bienes más escasos y preciados de la ciudad: el espacio. La vergüenza es mayor si encima el espacio cedido es patrimonio histórico y cultural, como se está gestando en este momento con Can Trias, una fábrica modernista.
La situación urbanística es grave y sus consecuencias sociales, sanitarias etc. no están estallando en la cara.
La política de las últimas décadas ha sido poner la ciudad al servicio de las grandes empresas y eso lo tenemos que cambiar.
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