Es verdad que todos los
países (incluído el mío) y en nombre de todas las ideologías (también la mía)
se han cometido atrocidades. Sin embargo, el fascismo y en concreto su forma
alemana, el nazismo, muy probablemente están en el primer lugar de este triste
ranking. En su naturaleza están por un lado la exaltación de la violencia y la
guerra, y por otro la concepción de la desigualdad humana y el racismo.
Este cóctel ideológico,
en un contexto de guerra (provocada por ellos), llevó a una situación que puede
ser considerada la peor experiencia en la historia de la humanidad, al menos de
la que tenemos conocimiento.
Las alambradas rodean los barracones del primer campo, Auschwitz I
El contexto era
favorable: en la década de 1930 se sucedían los genocidios y las represiones
políticas y raciales. No hemos de ir muy lejos; el franquismo inició una
espiral de matanzas en España a partir de 1936. Japón hizo lo propio en China a
partir de 1937. Paralelamente, el GULAG stalinista se iba llenando, sobre todo
cuando empezaron las grandes purgas en 1937. Pero los nazis fueron más lejos
que todos ellos, y porque perdieron la guerra, que si no…
¿CÓMO SE LLEGÓ A ESO?
Comparto la idea de mi
amigo y maestro Alejandro Andreassi, que sitúa el origen del sistema
concentracionario alemán más en la lucha de clases que en el racismo. El
fascismo es la respuesta modernizada de la clase alta a las luchas democráticas
y emancipadoras de las clases subalternas, que habían aumentado a partir de
1917. Modernizada porque justificaba la desigualdad no en designios divinos
sino en la ciencia biológica, con una muy sesgada interpretación de Darwin.
El darwinismo ofrecía una
teoría que explicaba y justificaba las desigualdades en función de cualidades
naturales. Un neofeudalismo dividía la sociedad en estamentos en los que los
empresarios substituían a los nobles, los ingenieros y otros profesionales a
los clérigos, y los proletarios a los siervos.
La existencia de grupos
más explotados y en peores condiciones materiales y legales, como eran los
pueblos colonizados, ayudaba a que la clase trabajadora aceptara su
subordinación económica y política. Además, la riqueza que llegaba a Europa de
las colonias también beneficiaba en alguna medida a las capas más pobres de la
sociedad.
El rótulo de la entrada a Auschwitz I reza: "Arbeit macht frei", "El trabajo te hace libre". Estaba en la puerta de diversos campos de concentración, en algunos de los primeros. Nos recuerda que el origen del sistema concentracionario está en la lucha de clases, y que una de las principales funciones de los campos, hasta 1942, era la explotación del trabajo esclavo, para lo cual, el racismo se ocupaba de señalar los colectivos humanos considerados inferiores y por tanto esclavizables.
Pero el imperialismo tuvo
otra importante consecuencia, la aparición de un nuevo y potente tipo de
racismo. Y dentro de ese renovado racismo, resurgió el antisemitismo, el odio a
las personas judías. El antisemitismo era universal y se extendió por los cinco
continentes de la mano de los emigrantes europeos. Pero donde era peor,
probablemente era en Rusia, Ucrania y otras regiones de Europa Oriental.
Los primeros campos
nazis, creados en 1933, se llenaron de comunistas y socialdemócratas, de
militantes políticos y sindicales de izquierda. Los campos, además del maltrato
brutal y continuo que buscaba la destrucción física y moral del preso, incluían
el trabajo esclavo. Y es que la política económica nazi necesitaba de la rapiña
para mantener la enorme inversión pública, sobre todo en construir armas, que
fue el motor de la recuperación económica que tanto deslumbró a la población alemana.
El segundo colectivo que sufrió la persecución y el asesinato fue el de los
discapacitados y enfermos mentales, considerados más que improductivos, una
carga para la sociedad.
La legislación (iniciada
en 1933) y las acciones violentas (habituales desde 1938) antisemitas entran en
una espiral infernal a partir del inicio de la Guerra, en septiembre de 1939, y
Polonia fue el escenario del primer acto de la barbarie.
Los postes donde se hacían las ejecuciones públicas.
Auschwitz, Oswiecim en
polaco, era un pueblo del territorio ocupado, cercano a la industrial región
alemana de Silesia. Formaba parte de la región que los nazis preveían
germanizar en el futuro, en el que quizás dejarían vivir a algunos polacos para
los trabajos subalternos, propios de personas a las que los nazis consideraban
infrahumanos (untermensch). A partir
de enero de 1940 se convirtió en un campo de prisioneros polacos, donde se les
explotaba hasta la muerte. En aquellos momentos, las personas judías eran
concentradas en barrios de algunas ciudades, los “guettos”.
El segundo acto de la
barbarie comenzó con la invasión de la Unión Soviética en julio de 1941.
Comenzaron a producirse actos sistemáticos de exterminio de colectivos (pueblos
enteros, comunidades judías, autoridades políticas soviéticas…). Y comenzó una repugnante
búsqueda para llevar a cabo las matanzas de forma más eficaz. Auschwitz
adquiere protagonismo porque es donde se realizan los primeros ensayos de
cámaras de gas con el gas Zyclon B, en septiembre de 1941. En aquel momento,
Auschwitz era más un conjunto de campos con fines de represión política y
explotación económica, al que se llevaba a personas para que trabajaran hasta
su muerte por inanición, enfermedad, maltrato, ejecución o ensayo médico,
siendo sustituidas por otros prisioneros, de cada vez más países.
En este pequeño edificio se hicieron las primeras pruebas de asesinato masivo con Zyclon B, un producto que en contacto con el aire desprendía un gas letal. Por esa ventana cenital se arrojaban los granos. Es la única cámara de gas que se conserva, porque luego fue destinada a otras funciones. Las cámaras de gas con las que se hicieron las grandes matanzas en Birkenau fueron destruidas. Las cámaras de gas llevaban asociado un horno crematorio par destruir los cadáveres. También fueron destruidos. El horno que hay en el edifico es una reconstrucción a partir de fotografías.
El tercer acto, y
definitivo, tiene un inicio impreciso. En los primeros meses de 1942 se ponen
en marcha mecanismos de exterminio masivo de personas, en especial judías, pero
también gitanas, eslavas y de otros colectivos considerados inferiores.
La película "La solución final" reproduce el acta encontrada de la reunión que se realizó el 20 de enero de 1942, conocida como "Conferencia de Wannsee". En esa reunión se discutieron los aspectos técnicos del exterminio de la población judía en Europa. Como señala Laurence Rees, los asistentes eran "funcionarios asalariados de una de las grandes naciones de Europa, y no terroristas clandestinos" y que "de las quince personas congregadas en aquella ocasión, ocho habían alcanzado el grado de doctor universitario".
Se
crean campos exclusivamente para el exterminio y se transforma y amplía el de
Auschwitz. La ampliación de Birkenau, adquiere especial relevancia, al
convertirse en campo de concentración y exterminio a la vez. A su interior
llegaban los trenes cargados de víctimas de totas las edades y en los andenes
se hacía la macabra selección.
La vías del tren llegaban al centro de Birkenau. En los andenes se seleccionaba a los que se mantenía con vida para esclavizarlos y a los que se asesinaba. Les decían que iban a las duchas, pero en realidad eran las cámaras de gas, situadas al fondo, junto a los árboles que vemos a través de la puerta del campo.
A sus barracones y
cámaras de gas llegaron la casi totalidad de personas judías de la Europa
ocupada por Alemania y sus aliados. Especialmente importantes fue la deportación
de más de 400.000 de Hungría, o llama la atención la de más de 70.000 de
Eslovaquia, entregadas por un gobierno que tenía como presidente a un sacerdote
católico. Y se convirtió en el lugar donde más se ha matado y hecho sufrir de
la historia.
El documental "Shoah" (1985) recoge 10 horas de testimonios de supervivientes de los campos.
LA VISITA
Era una de mis visitas
pendientes. La deportación nazi en general y la Shoah siempre me han interesado,
como a muchas otras personas. Es una obsesión: entenderlo para evitar que
vuelva a ocurrir.
Es muy difícil
aproximarse al episodio histórico con la visita de los restos actuales. Todo el
entorno es completamente diferente. Oswiecim hoy es un suburbio del área
metropolitana de Katowice. La gran cantidad de respetuosos visitantes demuestra
que hay muchas otras personas con inquietudes, pero tampoco ayuda a captar lo
que allí se vivió.
Auschwitz I está muy museizado, como vemos en el entorno de estos barracones. Quedan pocos espacios con el aspecto que tenían durante la Guerra.
Afortunadamente, entre
grupo y grupo, puedes encontrar algún momento de soledad y intentar imaginar la
vida en aquellos barracones, o la muerte en una de aquellas celdas. Pasear por
la “calles” de Birkenau te proporciona una idea de la magnitud de la barbarie.
Interior de un barracón de Birkenau.
Las vías y los andenes son tan macabros. De las cámaras y crematorios no queda
casi nada, pero los adivinas, junto al bosque.
Las imágenes que te
vienen a la mente son las de las películas de ficción, fotografías y
documentales filmados por los propios alemanes o por los aliados. Y con ellas
“vistes” las ruinas o completas los barracones vacíos. Pero, en cualquier caso,
es necesario ponerte en el lugar de la víctima, por un instante sentir su
miedo, desesperación, sufrimiento, o al menos intentarlo, porque ciertos
sentimientos no se pueden imaginar.
Cuando entraba en
Birkenau llegó un grupo que vestía el atuendo de los judíos ortodoxos, y en el
centro llevaban a un hombre muy viejo en silla de ruedas. Cuando entraron en el
recinto cantaron una canción y más adelante se detuvieron y el anciano empezó a
hablar. Poco después una mujer del grupo repetía en inglés sus palabras:
hablaba del humo de las chimeneas, con toda seguridad de las chimeneas de los
crematorios, las que esparcían las cenizas de los que habían sido sus seres
queridos.
Porque, efectivamente,
aquel anciano era un superviviente. Se lo pregunté a los miembros del grupo y
me lo confirmaron, y les pedí que me permitieran saludar a aquel hombre y
ofrecerle mis respetos. Fue un momento importante para mí. Y espero que para
mis hijos.
ALGUNAS REFLEXIONES
Desde entonces, nos
hacemos muchas preguntas. ¿Se sabía lo que ocurría en los campos? ¿Las víctimas
no podían haberse rebelado? ¿Todos los alemanes fueron cómplices?
¿No sabemos ahora lo que
está ocurriendo en Siria y no hacemos nada? No solo no hacemos nada sino que no
estamos dispuestos a renunciar a un poquito de nuestro bienestar para acoger
refugiados. ¿Nos rebelamos ahora ante los recortes de nuestros derechos o esperamos
a que vengan mejores tiempos?
Un comentario especial
merece el concepto “banalidad del mal”, acuñado por Hannah Arendt cuando
analizó el juicio al nazi Eichmann en 1961. Según Arendt, Eichmann cometió
atrocidades más por la sumisión a un engranaje burocrático en el que quería
medrar, por sumisión a la autoridad que por ser un monstruo o un ser malvado.
Es inquietante. Los “kapos” o los médicos de los campos sí eran unos psicópatas
con carta blanca para actuar. Pero los millares y millares de hombres y mujeres
que participaron en los crímenes nazis eran en su mayoría personas que en otras
circunstancias se hubieran horrorizado ante el relato de lo que hicieron. ¿Qué
seríamos capaces de hacer nosotros/as por sumisión o por ascender en la escala
social? ¿O fue la espiral de la guerra la que ayudó a justificar el horror?
Plano de la región de Auschwitz en la que se ven los tres principales campos. El de Monowitz era fruto del acuerdo del gobierno allemán con las empresas privadas, que pagaban al Estado un sueldo por cada esclavo.
Sin abusar del símil
nazi, mecanismo que se utiliza demasiado frecuentemente y que acaba por vaciar
de contenido el argumento y ofende a las víctimas del nazismo, me parece
pertinente hacer algunas reflexiones en torno a la actualidad, a partir de lo
escrito anteriormente.
La justificación de la
desigualdad ya no se hace en el darwinismo social, entre otras cosas porque
sabemos muchas más cosas de la evolución de las especies, y no siempre sobrevive
el más fuerte o “el mejor” (habría que definir lo que entendemos por mejor).
Pero sí se hace en las supuestas cualidades de las personas.
La crisis económica
actual ha dado alas a una serie de teorías que, entre otras cosas,
culpabilizaban al parado de su desempleo, por no formarse, no reinventarse,
etc. Mientras tanto, glorificaban al emprendedor, identificándolo con el
empresario. Si el pobre se merece su pobreza por ser torpe, y el rico su
riqueza por su habilidad, las diferencias sociales se fundamentan en
diferencias naturales. Si trasladamos este silogismo a las naciones, la
conclusión racista es evidente.
El antisemitismo no ha
desaparecido. Por ejemplo, periódicamente lo vemos manifestarse en algunos
grupos ultras de equipos de futbol. Nada extraño si tenemos en cuenta que los
estadios han sido el principal refugio del fascismo en Europa en las últimas
décadas. Lo que me pareció muy inquietante fue el antisemitismo del movimiento
de la Plaza Maidán en Ucrania entre 2013 y 2014, tolerado y ocultado en
occidente porque convenía.
¿Es la islamofobia el
antisemitismo de hoy? Teniendo en cuenta las malas relaciones entre Israel y
los países de mayoría islámica cuesta un poco ni tan siquiera plantearse la
pregunta. Pero creo que podemos encontrar paralelismos. La demonización
acrítica de un colectivo, la atribución sin fisuras de unas características a
unas personas a partir de la profesión de una religión, etc., creo que acercan
la situación de los musulmanes de hoy con los judíos de hace 100 años.
En el fondo, el problema
está ahí, en pensar que todos los …. son unos ….. Identificar un colectivo con
unas cualidades (normalmente negativas, las positivas nos las reservamos a
nosotros) es el primer paso, el primer peldaño de una escalera que puede acabar
en cosas horribles.
¡Qué rápido decimos que
los sudamericanos son ladrones cuando vemos a un sudamericano robar! Sin
embargo cuando vemos por la tele a Bárcenas o a Millet no decimos que los
españoles o los catalanes somos ladrones, son los políticos. También es fácil
oír que todos los musulmanes son unos terroristas. ¿También los musulmanes
muertos en los atentados? La existencia de terroristas fundamentalistas cristianos, ¿me convierte a mí (que estoy bautizado) en terrorista? No quiero decir que quien haga un comentario xenófobo sea partidario de los campos de concentración, ni mucho menos. Solo quiero destacar que son pasos de un mismo camino, y que para llegar a la barbarie, antes hubo que hacer millones de pequeños actos casi sin importancia.
Las dimensiones de Birkenau son estremecedoras.
Mi visita a Auschwitz me
ha reafirmado en que hay que continuar luchando contra el fascismo y el
racismo.
L’objectiu d’aquest article és, des de la
perspectiva local, fer un recull de les formes de repressió del franquisme que
provocaren víctimes mortals i, per sobre de tot, recordar i treure de l’oblit
els noms de les persones que van perdre la vida pel seu compromís contra el
feixisme.
Una primera
versió d’aquest text va ser publicada a la revista Temps i espais de memòria, núm 3, febrer 2016, que edita el
Memorial Democràtic de Catalunya.
L’exili
Com és sabut, les víctimes mortals de la repressió
franquista a Catalunya van ser menys que en d’altres indrets d’Espanya perquè
la major part dels militants i combatents del bàndol republicà van poder fugir.
Prop de mig milió de persones es van exiliar, sobretot a França, i d’aquestes entre
un terç i la meitat no van tornar en els mesos següents perquè sabien que
patirien greus represàlies per les seves activitats polítiques i sindicals.
L’exili, però, també va provocar morts, donades les
horribles condicions en les que es va fer: fugida a peu en ple hivern, atacs
per part de l’aviació franquista, camps de refugiats a les platges… Tanmateix,
és molt difícil trobar-ne documentació.
Tenim la sort que un dels grans testimonis de
l’exili republicà és el d’un hospitalenc, Ramon Moral i Querol, i que el podem trobar en línia. Moral ens explica la història de Pilar Pascual, vídua de 65 anys, que
viva al Carrer príncep de Bergara, a la que li van denegar el permís per sortir
del camp de refugiades per reunir-se amb els seus fills. Quina va ser la seva
sort?
L’Enric Gil ha
identificat 367 habitants de l’Hospitalet que es van exiliar de forma
permanent, dels quals tres quartes parts ho van fer a França i una quarta part
a Amèrica[1].
Ell mateix adverteix que no són tots, i dels que tenim més informació són
precisament els que van sobreviure al tràngol i van tenir descendència.
Algunes de les
313 persones que consten en el padró hospitalenc de 1940 com desaparegudes[2]
han estat trobades a l’exili. De la majoria, però, encara no sabemamb certesa quines circumstàncies van haver
de patir, ni quantes van morir com a conseqüència de l’exili.
Els afusellats per “rebel·lió” militar
En els primers mesos de l’ocupació, a partir del 26
de gener de 1939, es va empresonar a moltes persones acusades d’activitats
contràries al “Glorioso Alzamiento Nacional”, és a dir, durant la Guerra o,
fins i tot, per les seves activitats polítiques i/o sindicals des de l’octubre
de 1934.
Per una banda, la policia, amb la possible
col·laboració d’escamots de falangistes, detenia a qui trobaven oportú a partir
de denúncies. Per una altra, es feien indagacions dels milers de persones empresonades
durant la Guerra, totes considerades sospitoses i que havien de demostrar la
seva no implicació en activitats polítiques amb avals fets per addictes al règim.
Després de les tortures, les persones detingudes eren
lliurades a la jurisdicció militar i patien simulacres de judici amb forma de
consell de guerra, alguns dels quals acabaren en pena de mort pel delicte de
“Rebel·lió” o “Adhesió a la rebel·lió”,
executada majoritàriament al mur del Camp de la Bota.
L’absurditat de la repressió franquista és màxima:
acusaven als opositors d’allò que havien fet ells. I a més, amb retroactivitat!
És a dir, condemnaven per uns fets titllats de delictes que no eren delicte en
la legislació vigent quan foren comesos.
Fotografia de Josep Segarra a l'infermeria de la Model. Fotografia inclosa en el seu expedient judicial.
La
primera aproximació als noms de les víctimes mortals de la repressió franquista
a Catalunya la va fer Josep Mª Solé i Sabaté, basant-se en els registres de
cementiris i defuncions. Va trobar-ne 22 de l’Hospitalet.
Posteriorment, quan
els arxius militar foren accessibles, Jordi Cánovas va fer recerca a partir
d’aquests noms i va afegir-ne un més.[3]
Un primer buidatge de tots els expedients dels executats a Barcelona de
l’Arxiu del Tribunal Militar Tercer fou fet per Joan Corbalán [4]
En 2015, però, l’Arxiu Nacional de Catalunya (ANC) va publicar el buidatge que havia fet dels procediments militars judicials (sumaríssims) que hi havia
en l’esmentat arxiu militar de tota Catalunya. La quantitat total d’expedients
oberts pujava a 82.000, que afectaven a 78.188 a persones físiques diferents,
dels quals, 4.411 van concloure amb sentència de mort i 3.358 foren executades.
Segons aquesta publicació, el total de persones amb
veïnatge a l’Hospitalet que van haver de patir un “Sumaríssim d’Urgència” van
ser unes 800, 1,65% de la població. Aquesta proporció és, per cert, la més
baixa del Barcelonès i Baix Llobregat[5].
Els noms de les persones afusellades les podem
conèixer per tres fonts, que no són coincidents. Per tant, farem la llista dels
noms que ens aporten totes tres:
Segons Cánovas
(Can de la llista) van ser afusellats 23 homes; segons Corbalán (Cor a la
llista) van ser 32; segons l’ANC foren 28 els hospitalencs afusellats entre 1939 i 1945[6].
Manuel Ibáñez i Constantino Tormo, dos dels afusellats de l'Hospitalet. Font: Cánovas, op. cit.
Tenien entre 21 i 61 anys. Els noms aportats per Cánovas o Corbalán que no
tenen la “x” a la columna de l’ANC no vol dir que no fossin afusellats, vol dir
que en la llista de l’ANC consta un domicili que no era l’Hospitalet. Fins que no es faci una
comprovació de tots els expedients no podrem confirmar el veïnatge d’aquestes
víctimes, de les que a hores d’ara tenim dades contradictòries.
Josep Domènech i Avellanet en 1937. Font: FONTOVA, Rosario. La Model deBarcelona. Històries de la presó, Barcelona, Generalitat de Catalunya,
2010, pàg. 137. En aquesta publicació podreu llegir alguns dels notables poemes d'aquest jove anarquista.
La
llei de fugues
A
l’Hospitalet es va produir una altra modalitat d’assassinat polític, que ja he
tractat amb més profunditat en un altre article d’aquest blog.
Les tropes franquistes que ocupaven l’Hospitalet
van sortir un parell de nits (6 i 9 de maig de 1939) i van assassinar 15 homes
(10 i 5, respectivament), aplicant la vella Llei de Fugues. Es tractava d’una
forma d’execució extrajudicial, aprofitant la llei que permetia disparar contra
un detingut que fugia.
La policia informa a l'Ajuntament dels assassinats del 6 de maig de 1939
El més probable és que fos un acte de represàlia
per la mort, el 30 d’abril, del comissari de policia que encapçalava la
repressió política a la ciutat, José León Giménez, a mans d’un grup de
guerrilla urbana.
Els homes assassinats foren:
Nom
edat
Francisco López García
40
Ramon Doch Puigdemazas
41
Miquel Berenguer Andreu
32
Paulino Albaladejo Martínez
32
Francisco Fernández Santiago
24
Juan Mellado Pérez
49
Antonio Rocuco (¿) Moreno
43
Antonio García Martínez
37
José Morata Carmona
38
Basilio Juanes Zanfoga (¿)
38
Antonio Gimeno Fandos
26
Antonio Busto Valle
29
Ramon Deu Díaz
31
Genaro Frías Escobar
26
José Ugedo Berenguer
28
Aquesta cacera humana no era la forma habitual de la repressió. Caldria comprovar si es va produir a d'altres llocs i si va anar associada a represàlies pròpies d'un exèrcit d'ocupació.
La violència arbitrària
En la seva obra abans esmentada, Solé i Sabaté comentava que s'havien produït a Catalunya unes 30 o 40 morts que es poden qualificar d'"arbitràries", sense passar pels tribunals.
Al llibre de
registres del cementiri de l’Hospitalet trobem un seguit de noms que
ofereixen molts dubtes. Com és que foren enterrats a la fossa comuna dos “soldats
nacionals desconeguts” el 26 i el 28 de gener? S’entén que un exèrcit en retirada
abandoni cadàvers sense identificació, però, un exèrcit vencedor, que ofereix
pensions i avantatges a les famílies dels seus “caiguts”?
En abril i març de 1939 dues
dones i un home van morir per “hemorràgia cerebral” i foren enterrats a la
fossa comuna, trets propis del registre de les víctimes polítiques del
franquisme en aquells moments. Un home i una dona van ser enterrats el dia 29
de gener de 1939, i en el registre no indica la causa. Els seus noms no
apareixen amb posterioritat com víctimes del “terror roig”; ho foren del “terror
blau”?[7]
Domènec Pastor Petit, el gran
escriptor hospitalenc, ens relatà que va veure com, vers l’abril de 1939, un
militar va clavar un tret al cap a un home gran perquè li va contestar en
català quan li va preguntar per una adreça, a la Rambla Just Oliveras[8].
Les característiques del relat i la trajectòria de l’autor fan versemblant
aquest episodi. Aquests actes de barbàrie puntual sempre han format part de la
memòria col·lectiva i eren transmesos de forma oral i gairebé mai eren registrats
documentalment, fins a perdre la versemblança.
Els testimoni de Pastor Petit és
només això, un testimoni, que convindria confirmar documentalment. Al llibre
del cementiri podem trobar alguns noms que es correspondrien amb l’home gran
possiblement assassinat a la Rambla.
Un altre testimoni oral m’ha
explicat un episodi semblant en la pujada del metro de Santa Eulàlia, en els
anys setanta! Algú sap alguna cosa?
La presó i les comissaries
Ramon Gómez, en un altre llibre
de memòries, ens informa de la mort del pare d’un company d’escola, de cognom
Escodà, que era empresonat a la Model. Quan la mare, que era en llibertat
condicional, va demanar explicacions li van fer signar un paper acceptant la
versió oficial segons la qual el seu marit s’havia suïcidat.[9].
Un altre testimoni ens parla de
la mort provocada per les pallisses a la presó de Domingo Polo, que havia estat
militant de la CNT, el fill del qual, Ferran, fou un dels exiliats que morí en
un camp nazi[10].
La documentació dels expedients
dels presoners de la Model es troba a l’ANC i no es consultable per municipis.
D’aquests dos casos esmentats he pogut localitzar un expedient, i es confirma
la informació: va morir a la infermeria de la Model l’abril de 1942, després de
gairebé dos anys empresonat. El compromís de confidencialitat que he hagut de
signar no em permet dir el nom.
De qui també tenim constància
documental és de Josep Costa Morell. Havia estat detingut l’octubre de 1939,
quan tenia 17 anys, per llençar fulls volanders de les Joventuts Llibertàries i
la FAI. També fou acusat de voler organitzar un grup armat. Va morir l’1 de
maig de 1943 “a consecuencia de la factura de la base del cráneo (…). La citada
fractura le fue producida al intentar suicidarse (…)”[11].
La lectura del seu expedient carcerari em fa imaginar l’infern que foren
aquests quatre darrers anys de la seva vida.
Certificació de la mort a la presó de Josep Costa Morell
Tots els testimonis referents a
les presons franquistes, especialment les d’aquells anys són coincidents: les
tortures i condicions penoses eren la causa de moltes morts. En Joan Montblanc ha comptabilitzat un total de 13 hospitalencs que van morir a la presó.
Els morts als camps nazis
Les morts dels/les exiliats/des
que van caure sota el domini nazi també són atribuïbles al franquisme. Per dues
raons; la primera, òbvia, perquè l’exili fou provocat per la persecució militar
i política del franquisme; la segona, perquè el règim triomfant no va
reconèixer la nacionalitat espanyola a les persones exiliades i i les va
llençar a les urpes del sistema concentracionari alemany.
L'estudi pioner de Pep Ribas i Enric Gil informava de, com a mínim, 33 homes de
l’Hospitalet, gairebé tots morts en el camp de
Gusen-Mauthausen[12]. Un posterior estudi de Tania González aportava les dades de 43 homes morts als camps nazis.
A una exposició del Museu Municipal de l'Hospitalet del 2023, es van documentar 66 homes deportats i es confirmen els 43 assassinats. Malauradament no tenim documentació de les dones empresonades a Ravensbrück.
Els seus noms són:
Nom
edat
Pelegrí Aguilar Bou
51
Antoni Andreu Méndez
34
Josep Aragón Muñoz
37
Manuel Arnau Viña
25
Antoni Arranz Barrio
45
Jaume Artigau Viñas
34
Josep Ballester Serrano
31
Martí Cabanes Bel
53
Ángel Callejón Martínez
24
Federico Callejón Martínez
30
Josep Calpe Vidal
48
Vicenç Capdevila Montserrat
32
Pere Cuyàs Niubó
36
Manuel Fernández Torres
33
Eloi Ferrer Díaz
34
Vicent Ferrer Salvador
42
Eloi Ferrer Díaz
34
Fèlix Garcia Cirac
34
Bautista García Navarro
25
Miguel Lariarte Uribe
37
Jaume Mañá Argelaga
24
Joan Martínez Caparrós
39
Francesc Muñoz López
25
Joaquim Nebot Esteban
22
Joan Oller Mendizábal
48
Josep Panes Gil
23
Manuel Piñas Arrabal
34
Manuel Polo Sánchez
36
Ferran Polo Tàpies
27
Gener Porta Plana
49
Eugeni Querol Puyo
26
Josep Ramis Grimal
47
Josep Ramon Alcaraz
26
Severiano Rubio García
22
Josep Ruiz Gómez
40
Marià Ruiz Gómez
41
Remigi Saura Benages
37
Josep Saura Marco
26
Antoni Serracho Guardiola
29
Francesc València Conesa
25
Manuel Vives Campos
38
Josep Vives Campos
40
Emilio Zafón Camps
41
Amb
aquest llibre, editat en 2011, Joan Zafón va rescatar de l'oblit la
història del seu pare, mort al camp de concentració de Neuengamme, a les
afores d'Hamburg.
Repressió dels guerrillers
L’Hospitalet
havia estat una important
font de milicians i patrullers durant la Guerra, i també ho va ser de
guerrillers
durant la postguerra. De fet, l’assassinat del comissari de
l’Hospitalet, José León, l’abril de 1939, es considera la primera acció
de la
guerrilla antifranquista, anarquista en aquest cas. El fet és atribuït
al grup
guerriller comandat pel torrassenc Joaquim Pallarès i Tomàs.
Blas Zambudio Torres, conegut com
“El Lleó de la Torrassa”, havia organitzat un grup d’acció que fou atacat per
la policia per primera vegada en desembre de 1941, quan fou detingut José Rafí
Urpí. Zambudio s’escapolí a trets d’una segona emboscada en un bar de La
Torrassa, però finalment va caure abatut pels trets de la policia a Barcelona
el gener de 1942.
La resta del grup va morir poc després, en el que es trobava
el sevillà Antonio Serrano Caro, de 27 anys. Segons les llistes de Corbalán i
l’ANC, Rafí i Serrano eren hospitalencs i foren engarrotats a La Model el 28 de
març de 1942[13].
Un altre grup, encapçalat per Joaquim Pallarès, fou detingut en 1943 i nou dels seus membres, amb edats entre
20 i 34 anys, foren condemnats a mort pel delicte d’atracament i (alguns) mort,
i executats el 29 de març a la presó Model. La causa de la mort és “axfisia”
(sic), és a dir, amb garrot vil,i foren
enterrats a la fossa comuna del Cementiri del Sud-Oest. A més de Pallarès que
l’any 1943 tenia 20 anys, també hi havia un altre veí de La Torrassa, Pere
Tresols i Meix, de 28 anys[14].
En la llista d’executats de Corbalán
i l’ANC després d’un Consell de Guerra també apareix com a domiciliat a
l’Hospitalet Martín Gibert Martínez. Una primera recerca bibliogràfica i
d’hemeroteca ens aporta que sembla qua amb els germans Jaume i Josep Soler
Fernández eren militants del Movimento Libertario Español, i que van ser
acusats de cometre diversos atracaments i assassinats entre 1944 i la seva
detenció en gener de 1948. Foren engarrotats a la Model el 25 de febrer de
1948.
En el marc de la lluita contra la
guerrilla urbana, en març de 1949 és mort per la policia a casa seva de la
Torrassa Miquel Barba Moncayo, i en octubre fan el mateix als carrers de
Barcelona amb l’hospitalenc Josep Sabaté[15].
En febrer de 1950 fou afusellat al Camp de la Bota Manuel Sabaté, el germà
petit de Quico i Josep, més pel seu cognom que pel que havia arribat a fer[16].
Francesc, “Quico”, Sabaté és un
dels mites de la lluita guerrillera, per la seva constància. Després de molts
anys d’accions de tota mena, fou abatut per la guàrdia civil i el sometent
local a Sant Celoni en 1960. Segons la CNT de l'Hospitalet, al grup de Sabaté hi havia un altre hospitalenc, Rogelio Madrigal Torres, que havia fugit a França en 1956.
Els guerrillers hospitalencs
morts foren d’organitzacions anarquistes, en els primers anys de les Joventuts
Llibertàries i més tard del MLE i d’altres. L’acusació dels que van morir
executats era de bandidatge, terrorisme, atracament, etc…
Els seus noms són:
Nom
mort
data
Blas Zambudio
Torres
A
gener 1942
José Rafí
Urpí
E
28-març-1942
Antonio
Serrano Caro
E
28-març-1942
Joaquim
Pallarès i Tomàs
E
29-març-1943
Pere Tresols
i Meix
E
29-març-1943
Martín Gibert
Martínez
E
25-febrer-1948
Miguel Barba
Moncayo
A
març 1949
Josep Sabaté
i Llopart
A
17-octubre-1949
Manuel Sabaté
i Llopart
E
24-febrer-1950
Rogelio
Madrigal Torres
A
4-gener-1960
Francesc,
“Quico” Sabaté i Llopart
A
5-gener-1960
mort: A, acció; E, execució
Repressió de l’antifranquisme pacífic
Un cop abandonada la lluita
armada en la dècada de 1950, les formes de lluita política i social pacífiques
foren gairebé les exclusives en els rengles antifranquistes. Tanmateix, la
resposta franquista no ho era pas de pacífica. En les seves memòries, Pepe
Guitérrez ens parla de Rafael, un jove havia contret la tuberculosi a la presó
de Burgos, on havia estat empresonat per raons polítiques, i que finalment va
tornar al seu poble andalús d’origen a morir vers 1966[17].
M’ha arribat el testimoni de
Ramon Roig Altadill, militant de la CNT que fou detingut quan anava a les
Canàries. Després de 4 dies detingut a la comissaria de Via Laietana fou
alliberat i va morir pocs dies després, als 59 anys, el juliol de 1975. Teniu
records d’aquest cas?
Malgrat que és el període del
franquisme més proper també tenim força desconeixement pel que fa a les víctimes
de la repressió. Les persones i les famílies que no han continuat en
l’activitat política sovint han volgut oblidar[18].
D’altres formes de repressió?
N’hi ha dues causes de mort que
són d’inclusió dubtosa dins la categoria de repressió política, si més no
directa.
Per una banda tenim les morts
provocades per bombardeigs de l’aviació o accions militars en general contra la
població civil. Si bé són accions bèl·liques, també poden considerar-se un
càstig contra zones de població majoritàriament “rojo-separatista”, en
llenguatge franquista.
Per una altra, la repressió
econòmica. El nou règim va mantenir conscientment en la misèria les famílies de
“desafectos”, una altra denominació franquista, i aquesta situació va provocar
no poques morts.
Resum
Tenim proves documentals de 23 a
32 homes amb veïnatge a l’Hospitalet que van ser afusellats al mur del Camp
de la Bota durant els primers anys del franquisme. També en aquells primers
dies de l’ocupació foren assassinats 15 homes més a l’Hospitalet mateix. També
tenim constància documental de 43 homes morts als camps nazis. També sabem de tretze
casos de mort a la presó. I hem localitzat 10 hospitalencs morts arran de la
seva activitat guerrillera.
Però tenim testimonis, notícies,
sospites de més persones, de les que tenim informació fruit de la recerca o
la casualitat. Sabem que tenim moltes històries que recuperar i molts noms que dignificar. Hem de respectar el silenci si és una opció conscientment
escollida, però normalment ha estat una imposició de la por.
Cal que aportem els testimonis
orals i documentals que puguem.
[1]GIL, Enric. No en van tornar: Centre d'Estudis de l'Hospitalet, 2014, pàg. 35
[2]GIL, Enric i
RIBAS, Josep. “Hospitalencs als camps
nazis. Exili I deportació”. A L’Hospitalet lloc de
memòria. Exili, deportació, repressio i lluita antifranquista. L’Hospitalet, Centre
d’Estudis de l’Hospitalet, 2007, pàg 34
[3] SOLÉ I SABATÉ, Josep Mª. La
repressió franquista a Catalunya 1938-1953, Barcelona, Edicions 62, 1985,
pàg. 312-315 i CANOVAS,
Jordi. “Hospitalencs afusellats. Els consells de guerra”. A:L’Hospitalet
lloc de memòria..., pàg. 173-183
[4]CORBALÁN GIL. Joan. Justícia, no venjança. Els executats pel
franquisme a Barcelona (1939-1956), Barcelona, Cossetània Edicions, 2008
[5]ARXIU
NACIONAL DE CATALUNYA. Procediments
militars judicials (sumaríssims) 1930-1980 de l’Arxiu del Tribunal Militar
Tercer de Barcelona, Barcelona, Generalitat de Catalunya, 2015. http://anc.gencat.cat/web/.content/anc/documents/arxiu/GUIA_SUMARISSIMS.pdf
[6]A les llistes de l’ANC i Corbalán hi ha
els noms exposats la taula i els de 4 homes més que els he inclòs a la categoría
de guerrillers (Serrano, Rafi, Gibert i Manel Sabaté) i un altre, Enrique
Sánchez Roldán, “el Mula”, que totes les fonts el qualifiquen de delinqüent
comú.
[7]Registro de sepulturas del 30 de
Diciembre del 1937 al 9 de Mayo de 1946, Oficina del Cementiri Municipal. Ajuntament de l’Hospitalet
[9]GÓMEZ, Ramon. Anys victoriosos, anys
triomfals, La petita història dels anys 40 a l'Hospitalet de Llobregat, Lleida Pagès Editors,
2002, p. 145-146
[10] GIL i RIBAS, “Hospitalencs als camps nazis”. A:L’Hospitalet
lloc de memòria..., pàg. 96
[11]Sumarísimo Ordinario núm. 8.533, Arxiu del
Tribunal Militar Tercero de Barcelona
[12] GIL i RIBAS, op. cit. pàgina,
120-131 aporten 32 noms. Poc després va aparèixer el testimoni de Joan Zafón
Trilla, que explicà l’experiència del seu pare, Emilio, que morí en el camp de
Neuengamme; ZAFON, Joan. El rellotge de
Neuengamme, Barcelona, Dux, 2011
[13] FONTOVA, Rosario. La Model de
Barcelona. Històries de la presó, Barcelona, Generalitat de Catalunya,
2010, pàg. 130 i La Vanguardia Española,
27 de març de 1942. http://justicia.gencat.cat/web/.content/documents/arxius/la_model_histories_preso.pdf
[14]Sumarísimo Ordinario núm. 31.429, Arxiu del
Tribunal Militar Tercero de Barcelona.
[15]DELGADO,
Manuel, PADULLÉS, Jofre i HORTA, Gerard (dirs.). Lluites secretes. Testimonis de la clandestinitat antifranquista.
Barcelona, Publicacions i Edicions de la Universitat de Barcelona, 2012, p. 35
[16]CLARÀ,
Josep. Manolet Sabaté aprenent de maqui.
Barcelona, Rafael Dalmau Editor, 2014, p. 59-60 i 83-84
[17]GUTIÉRREZ,
Pepe. Memorias de un bolchevique andaluz.
Barcelona, El Viejo Topo, 2002.
[18]TRAYNER, Mª Pau, MONTÓN,
Miguel Ángel i CAMÓS, Joan. “Presos i preses de l’Hospitalet, (1969-1976)”. Quaderns d’Estudi [L’Hospitalet, Centre
d’Estudis de l’Hospitalet], núm. 23 (octubre 2010), p. 95-96